La depresión es una de las enfermedades más comunes y debilitantes del mundo actual. Se estima que afecta a más de 300 millones de personas a nivel global, y en Chile, los índices siguen aumentando. Sin embargo, aún existen muchas dudas y estigmas en torno a su tratamiento, especialmente cuando se habla del rol del médico en salud mental.
A diferencia del psicólogo, cuyo enfoque está centrado en la terapia psicológica, el médico en salud mental combina el conocimiento médico con una perspectiva integral del paciente. Su rol es clave para identificar, diagnosticar y tratar la depresión de manera efectiva, evaluando tanto los factores biológicos como los emocionales y sociales.
En este artículo, te explicamos cómo trata la depresión un médico en salud mental, cuándo acudir a uno, y cómo este profesional puede ayudarte a recuperar tu bienestar emocional.
¿Qué es un médico en salud mental?
Un médico en salud mental es un profesional con formación médica que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de trastornos emocionales, conductuales y psicológicos, entre ellos la depresión. No necesariamente es psiquiatra (aunque muchos lo son), pero sí está capacitado para evaluar el estado general de salud del paciente y su impacto en la esfera mental.
Este enfoque permite un abordaje multidisciplinario y personalizado, que puede incluir la evaluación de enfermedades físicas, el análisis de hábitos de vida, factores familiares, contextos de estrés crónico, y la indicación de tratamiento farmacológico cuando es necesario.
Primer paso: una evaluación integral
El tratamiento de la depresión por parte de un médico en salud mental comienza con una evaluación clínica completa. En esta instancia, el médico entrevista al paciente para comprender:
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Sus síntomas actuales (tristeza persistente, fatiga, alteraciones del sueño o apetito, pérdida de interés, pensamientos negativos, etc.).
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Su historia médica general y antecedentes familiares.
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Factores estresantes recientes (duelos, separaciones, problemas económicos, etc.).
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Estado nutricional, hábitos de sueño y nivel de actividad física.
Este enfoque permite descartar causas físicas que puedan estar generando o exacerbando la depresión, como hipotiroidismo, deficiencia de vitamina D o efectos secundarios de medicamentos.
Diagnóstico y definición del tipo de depresión
Una vez recopilada la información, el médico en salud mental puede establecer un diagnóstico basado en criterios clínicos, como los definidos por el DSM-5. Existen distintos tipos de depresión, y diferenciarlos es clave para un tratamiento efectivo:
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Depresión mayor
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Distimia o trastorno depresivo persistente
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Trastorno afectivo estacional
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Depresión posparto
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Trastorno depresivo con síntomas mixtos (depresión + ansiedad)
Cada uno de estos cuadros requiere un enfoque distinto, y el médico en salud mental está capacitado para elegir el más adecuado.
Tratamiento médico: ¿siempre implica medicamentos?
Una de las dudas más frecuentes es si el tratamiento del médico en salud mental siempre incluye medicación. La respuesta es no. No todos los casos requieren fármacos, pero cuando la depresión es moderada o grave, el uso de antidepresivos puede ser fundamental.
Los medicamentos más utilizados son:
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Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
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Antidepresivos duales (serotonina y noradrenalina)
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Estabilizadores del ánimo, si hay fluctuaciones significativas.
El médico explicará los beneficios, posibles efectos secundarios y plazos estimados del tratamiento. La medicación no busca cambiar la personalidad del paciente, sino restaurar el equilibrio químico del cerebro que ha sido afectado.
Tratamiento combinado: medicación y psicoterapia
El enfoque más efectivo, avalado por múltiples estudios, es el tratamiento combinado: medicación (si es necesaria) + psicoterapia. El médico en salud mental trabaja en conjunto con psicólogos clínicos, orientando al paciente hacia el tipo de terapia que más se ajusta a su caso: terapia cognitivo-conductual, interpersonal, sistémica, etc.
“La depresión no es solo un desequilibrio químico ni una consecuencia de pensamientos negativos: es una interacción de múltiples factores,” señala el Dr. Arnoldo Schaffner, médico en salud mental y Director del Centro de Terapia Integral en Santiago, Chile. “Nuestro trabajo es abordar a la persona en su globalidad, combinar tratamientos según su necesidad y acompañarla en su proceso de recuperación con respeto y evidencia clínica.”
Monitoreo, acompañamiento y ajustes del tratamiento
El rol del médico en salud mental no termina en la prescripción. El seguimiento es fundamental para:
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Evaluar la evolución del paciente.
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Detectar efectos secundarios.
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Ajustar dosis o cambiar el enfoque si no hay mejoría.
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Acompañar emocionalmente el proceso.
En muchos casos, el médico también orienta sobre cambios en el estilo de vida: rutinas de sueño, alimentación, ejercicio, contacto social y reducción de estresores.
Cuándo acudir a un médico en salud mental
No es necesario tocar fondo para consultar. Puedes acudir a un médico en salud mental si:
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Llevas semanas sintiéndote triste, irritable o sin energía.
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Has perdido el interés en cosas que antes disfrutabas.
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Tienes trastornos de sueño o alimentación sin causa física.
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Has pensado en hacerte daño o desaparecer.
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La terapia psicológica por sí sola no ha sido suficiente.
Cuanto antes se interviene, mejor es el pronóstico. La depresión tiene tratamiento y recuperación posible, especialmente cuando se trabaja de forma interdisciplinaria.
Conclusión
El médico en salud mental cumple un rol esencial en el tratamiento de la depresión. A través de una mirada integral, puede detectar factores biológicos, emocionales y sociales, y diseñar un plan de tratamiento personalizado que incluye tanto herramientas médicas como psicoterapéuticas.
No hay que temerle al diagnóstico ni a los medicamentos: el objetivo siempre es mejorar la calidad de vida del paciente y acompañarlo hacia una vida más plena. Si estás atravesando un periodo difícil, recuerda que buscar ayuda profesional es un acto de valentía y autocuidado.